Incidencias: tarde magnífica en Lepe para jugar al fútbol, aunque con un césped un tanto irregular. Unas 1.400 personas se dieron cita en las gradas del Municipal para presenciar la primera visita del Caravaca al feudo lepero.
Árbitro: Sánchez Laso, del comité extremeño. Amonestó a los locales Hornillo, Vidal, Villar, Navarro, Añete, Alfonso y Chapi; y a los visitantes Olivares, Bustillo, Noel, Mauri y Aarón.
Goles: 0-1 Noel, min. 3.
0-2 Mauri, min. 36.
Árbitro: Sánchez Laso, del comité extremeño. Amonestó a los locales Hornillo, Vidal, Villar, Navarro, Añete, Alfonso y Chapi; y a los visitantes Olivares, Bustillo, Noel, Mauri y Aarón.
Goles: 0-1 Noel, min. 3.
0-2 Mauri, min. 36.
No pudo ser. El San Roque ha visto truncada su inmaculada trayectoria como local tras un partido en el que nunca mereció perder y ni siquiera empatar, pero en el fútbol la justicia la ponen los goles y éstos corrieron por cuenta de los visitantes en dos jugadas desafortunadas de los aurinegros que, no obstante, aún no salen de la zona noble de la clasificación. Más allá de esa circunstancia y por destacar algo positivo dentro de la derrota, los locales fueron capaces de generar más de alrededor de una decena de ocasiones de gol y muchas más llegadas al área rival a pesar de no jugar bien y, sobre todo, la vuelta de Chapi a los terrenos de juego tras lesionarse en la primera jornada. Eso sí, lo peor, además de la derrota, fue la lesión de Juan Villar.
Así las cosas, desde el principio del encuentro al San Roque empezó a salirle todo mal, porque ya a los 3 minutos encajaron su primer gol en un balón largo desde el centro del campo buscando a Noel que pifió en el despeje Álex Hornillo y que quedó botando y en la frontal del área grande para el ariete visitante, que sólo tuvo que batir la salida de Isaac por alto. El tanto, lógicamente, no sentó nada bien a los aurinegros, que volvieron a recibir una ocasión de gol unos minutos más tarde tras un pase interior de Jorge Pérez para Mauri que encara a Isaac, pero en la trayectoria entre el balón y la portería se interpuso Hornillo esta vez de forma correcta y providencial.
A pesar de tener un centro del campo creativo, con Vidal y Navarro en labores de creación, el San Roque estuvo perdido precisamente en la parcela ancha bastante perdido durante muchos minutos. Los leperos no aparecían como dominadores del juego en ninguna de sus facetas. Así que tuvieron que pasar 20 minutos para que los aurinegros fueran capaces de acercarse con peligro a la meta rival, aunque con la falta de acierto ante el gol que venimos mencionando: espectacular pase de 40 metros de Vicente para Juan Villar, que domina la pelota, se deshace del defensor que lo agarra dentro del área de forma insistente, pero el corteganés estuvo noble y siguió disputando la acción –podría haber supuesto penalti y expulsión del defensa- encaró a Óscar pero éste estuvo rápido en la salida y taponó literalmente el disparo de Villar. Fue la primera de tantas del San Roque, la primera de tantas del propio Juan Villar que rayó por muy encima de todo el mundo aunque sin el acierto de otras ocasiones. La respuesta rival la puso Jorge Pérez que disparó dentro del área tras una gran jugada de Santi López, obligando a Isaac a realizar una estirada magnífica para evitar el segundo tanto caravaqueño.
Fue la última vez que se acercaron los visitantes por el área lepera, a excepción del segundo gol, que no fue exactamente eso. Antes, el San Roque dispuso de una nueva oportunidad clamorosa para empatar el choque tras una jugada personal de Añete en la frontal del área que culminó con un pase magistral a la incorporación de Juan Villar que de nuevo sólo ante el portero estrelló la pelota en el cuerpo de éste. Y como quien perdona acaba pagándolo, máxima futbolera donde las haya, el destino castigó a los aurinegros de forma cruel y casi cómica, que no de otra forma se puede calificar el segundo gol de los visitantes: la defensa cede la pelota a Isaac que ante la tímida presión de Mauri despeja en largo con el pie, no toma apenas vuelo la bola, golpea en la espalda de Vicente casi en el centro del campo y retrocede hasta Mauri que estaba, lógicamente, solo ante Isaac y que casi no se da cuenta de la jugada; pero el delantero se hace con la pelota y marca el segundo y definitivo gol. Una forma sin duda cruel de encajar un tanto que no hacía justicia en absoluto no tanto al juego de los locales como a las ocasiones generadas y las que estaban por venir, porque en el minuto 42 Vidal sacó un córner para el remate de Servando y entre Óscar y el larguero enviaron de nuevo la pelota a saque de esquina.
Al borde del descanso los leperos fueron capaces de generar otras 2 ocasiones clamorosas de gol que se fueron al limbo. La primera de ellas en el 45, tras una espectacular cabalgada por la derecha de Juan Villar que hizo el pase de la muerte para Añete pero éste remató y estrelló la pelota en la defensa hasta por 2 veces; y luego en el añadido se cambiaron las tornar: el sevillano para el onubense que de nuevo encara a Óscar, esta vez algo escorado, y la pelota acaba estrellándose en el lateral de la red. Al descanso la afición se marchó con esa amarga sensación de que no iba a ser la tarde de los suyos.
A la vuelta de vestuarios Tomás y Ceballos introdujeron dos cambios para intentar reactivar el juego y el ataque locales: Sergio Berro entraría por Joaquín y Chapi reaparecería en los terrenos de juegos sustituyendo a Lebrón. Poco tardó el San Roque en generar otra nueva ocasión, en una jugada calcada a la que valió el tercer gol ante el Murcia Imperial 15 días antes: Añete recoge un rechace en la frontal al saque de una falta, dribla a un defensa y busca a Villar dentro del área y el disparo de éste se estrella en un defensa cuando tenía marchamo de gol. Pero lo que otro día hubiera terminado dentro de las redes, esta vez se convirtió en un córner sin mayores consecuencias. Un minuto más tarde es Navarro el que ejecuta una falta frontal y el balón se marcha peligrosamente cerca de la escuadra de Óscar.
A pesar de estas ocasiones no se puede decir que el Caravaca se descompusiera. Todo lo contrario, mantuvo el tipo a pesar de todas las ocasiones que generaba el rival y quizá un gol del San Roque sí que hubiera metido las dudas en el cuerpo del rival. Pero los de Miguel Rivera estuvieron afortunados en ese sentido. Además, supieron cortocircuitar la creación de juego de los locales intentado parar el fútbol a la salida del balón desde atrás, unas veces presionando y otras veces cometiendo pequeñas faltas. Así tuvo el cuadro caravaqueño despistado a los locales, que a pesar de salida tromba en busca del gol pudieron apaciguar los ánimos leperos no pasando muchos apuros en los minutos siguientes y gozando incluso de otra ocasión en el 52 que no terminó en gol por una nueva estirada de Isaac a tiro de Noel desde fuera del área. A partir de la hora de juego los visitantes ya buscaron refugio atrás y decidieron mantener el marcador ante una previsible llegada en oleadas del San Roque.
Así fue precisamente primero en el 62, cuando Juan Villar pidió penalti tras ser empujado por un defensa. Un minuto más tarde de nuevo el corteganés desbordó a su par con facilidad, volvió a marcharse de un segundo defensor sobre la línea de fondo, hizo otra vez el pase de la muerte hacia Sergio Berro que no remató en boca de gol. Y una vez más 3 minutos después el omnipresente Villar buscó a Berro en el interior del área, pero éste se entretuvo intentando domar la pelota y se quedó sin remate. Eran los mejores minutos locales, cuando más ocasiones seguidas acumulaban, pero estaba claro que sólo un milagro haría que la pelota entrara entre los 3 palos de la portería de Óscar. En el minuto 70 fue Chapi quien prolongó de cabeza un balón al interior del área para Sergio Berro que con un movimiento elegante se deshizo de los defensores sin tocar el balón y de espaldas a la portería intentó una vaselina que se marchó fuera por muy poco. En el arranque de esa misma acción Juan Villar comenzó a hacer gestos que indicaban su lesión, pero el cuerpo técnico decidió que continuara sobre el terreno de juego, aunque finalmente tuvo que retirarse, por lo que el San Roque jugó con 10 el final del partido, pues en el 67 ya se había realizado el tercer cambio, Nando por Vicente.
Con Villar fuera de combate y con los ánimos por los suelos al comprobar que la pelota, como si tuviera voluntad propia, se negaba a traspasar la línea de gol de la portería visitante, el San Roque se fue desinflando poco a poco hasta el final del choque y el rival apenas pasó apuros ya en la recta final del encuentro, haciéndose de esta forma con los 3 puntos, pasando a ser el primer equipo, y esperemos que el último, que saca algo positivo del Municipal esta temporada. No obstante, el CD San Roque de Lepe sigue cuarto en la clasificación y comienza a preparar su importante visita al estadio de La Victoria el próximo sábado.
El San Roque formó con Isaac, Lebrón (Chapi 46’), Álex Hornillo, Vicente (Nando 67’), Joaquín (Sergio Berro 46’), Vidal, Juan Villar, Navarro, Servando, Añete y Alfonso.