sábado, 30 de agosto de 2008

San Roque 2 Los Palacios 1

Incidencias: Primer partido de la temporada en el Municipal, que registró una entrada aceptable para las fechas en las que estamos, con media población en La Antilla: 700 espectadores. El guardametaTomás entró por primera vez en la convocatoria, de la que se quedó fuera Cisco.
Árbitro: Alcalá González, del colegio cordobés, mal; demasiado meticuloso y en un partido de pocas entradas sacó 11 amarillas y una roja. Amonestó a los locales Juanlu, Alfonso, Jonathan, Raúl Domínguez, Capi y Rubén; y a los visitantes Hermosín, Garrido, Juan Jesús, Domingo y Resumi. Expulsó con roja directa a Garrido.
Goles: 1-0 Raúl Domínguez, min. 34.
2-0 Joaquín, min. 44.
2-1 Miguel Ángel, min. 83

Ahora sí, las balas eran de verdad. Y de ahí el miedo, las imprecisiones, el mal juego. Y cada bala parecía de plata para leperos y palaciegos, que se las guardaron para sacarlas en el momento apropiado, y también en los más oportunos. Y aislados. Todavía queda algún tiempo para que el San Roque ajuste a la perfección las piezas para hacer funcionar la maquinaria correctamente. Es verdad que se vieron cosas buenas, pero tampoco es menos cierto el que se evidenciaron otras carencias.

El primer once de la temporada.

En el apartado positivo nos quedamos con el acierto, la puntería, y con el orden defensivo, a pesar de alguna pifia. Los aurinegros están ya muy lejos de aquel equipo impreciso y mal colocado de hace escasas fechas. Bien plantado, con los conceptos mejor asimilados, la defensa fue lo mejor del día de hoy, ya que apenas dejaron pasar al enemigo. En lo negativo, algunos errores graves y la nula circulación de la pelota en muchos momentos del encuentro, aunque a ello contribuyó el conjunto de Sergio Moguer que sembró de trampas el centro del campo.

La primera parte, a excepción de los goles, fue un auténtico tostón. Imprecisiones, nula circulación de la pelota, mucho balón dividido y mucho centrocampismo, lo que unido a la meticulosidad del colegiado dio un aire bastante triste al juego. Nando y Vicente no daban abasto contra el entramado palaciego, muy superior en número en el transcurso de la primera mitad. De hecho, la pelota era de la UD Los Palacios. En cualquier caso, la primera ocasión la propició un error garrafal de Avilés, que no acertó a despejar desde la defensa por apurar demasiado; Melquíades ganó el rechace, le vio la cara a Isaac e intentó batirlo por bajo, aunque la pelota salió fuera por muy poco.

El San Roque era incapaz de generar peligro y las pérdidas de balón eran constantes. Los llamados a ser jugones apenas entraban en contacto con el cuero, muy perdidos en los flancos del ataque. Así que sólo una jugada aislada podía desnivelar la balanza. Como así ocurrió. Y de qué forma: Raúl Domínguez, de lo mejor en ataque, atrapó un balón en la frontal del área, algo escorado a la izquierda y tras otear el horizonte y ver el barullo dentro del área decidió colgar la pelota por encima de Nacho en una vaselina perfecta que levantó al Municipal de las gradas. El primer tiro a palo de los aurinegros, la primera bala, fue de una precisión mortal. Primera herida y 1 a 0. El gol sirvió para animar a los locales que siguieron intentándolo, con más voluntad que juego.


Una primera parte muy trabada.

Al filo del descanso, segunda bala de plata y rival muerto: falta en la frontal, rechace y Joaquín, en un movimiento pleno de agilidad y astucia rebaña la pelota en la frontal encara y tira ajustado al palo derecho de Nacho por bajo. 2-0 en el 44 y el partido parecía finiquitado por aquello del gol psicológico.

Tras el descanso Sergio Moguer dio entrada de inicio a Domingo y Juanito que parecieron darle otro aire a su equipo en ataque, que tampoco estaba brillando precisamente. Pero fue un espejismo, porque empezó a hacerse grande y alargada la sombra de Nando, que quiso gustarse ante su ex equipo, y dio un recital de achique y robo. Esa era la señal que nos hacía entrever que el San Roque fiaba su suerte al contraataque o a una jugada de balón parado con el especialista Vidal, que estrelló un balón en el palo en el 63 de encuentro tras botar un libre directo desde la frontal. Las contras aurinegras eran cada vez más peligrosas, aunque siempre fallaba el último pase o el remate. En el minuto 75 una entrada alevosa de Garrido a Raúl Domínguez le valió la tarjeta roja directa, que parecía finiquitar el encuentro. Nada más lejos de la realidad, en el 83 de encuentro Melquíades, poco afortunado, gana un balón en la lucha con los centrales, pasa a la derecha y desde lejos Miguel Ángel lanzó un misil tierra-aire que se coló por la mismísima escuadra de Isaac y puso el corazón en un puño a los aficionados, que tuvieron que sufrir las embestidas del rival el resto del encuentro, aunque sin mucho acierto.

Con el pitido final tras añadir el colegiado más tiempo del señalado, los aficionados leperos, el cuerpo técnico y la plantilla suspiraron de alivio por retener los 3 primeros puntos de la temporada, que deben servir para dar confianza al equipo y a la afición. Para la anécdota quedan la capitanía de Vicente en su primer partido oficial como aurinegro y la vuelta a los terrenos de juego y a Lepe de Rubén Rasco.

El San Roque formó con Isaac, Juanlu, Otón, Avilés, Alfonso, Jonathan (Raúl, 75’), Nando, Vicente, Joaquín, Vidal (Capi, 64’) y Raúl Domínguez (Rubén, 80’).