Tenía pendiente desde hace unas horas escribir esto, dar a conocer algo que quizá muchos de vosotros sepáis: mi amigo y compañero Fermín Cabanillas recibió durante la tarde de ayer una llamada telefónica en la que un interlocutor anónimo lo insultaba y amenazaba, después de la retransmisión del partido del domingo ante el Betis B en el medio en que trabaja Fermín, Radiolé Costa de la Luz.
En primer lugar, quisiera dar en mi nombre mi apoyo y mis ánimos al amigo y compañero Fermín en esta situación en la que, sin quererlo, se ha visto involucrado; e igualmente respaldo su decisión de denunciar esta llamada de teléfono en la Guardia Civil.
Todos los que trabajamos o hemos trabajado con asunto de trascendencia pública, es decir, los periodistas, sabemos que estamos expuestos a la crítica a la hora de realizar nuestro trabajo. Y todos podemos estar de acuerdo o en desacuerdo con lo que determinado comunicador dice, piensa y manifiesta. Pero en un Estado de Derecho todo, también, tiene un límite; y todo trabajo, nos guste más o menos, se merece el respeto de los que reciben la comunicación, puesto que el periodista afirma, dice, piensa, opina detrás de un nombre y un apellido, detrás de una persona o medio perfectamente identificable, demostrando, en la mayoría de los casos, una valentía, en este caso que nos atañe, no ha demostrado el “anónimo” en cuestión.
En este caso, también, si hay algo que no nos gusta somos libres de no escucharlo/leerlo/verlo. Y en caso de que ese “algo” nos implique, nos moleste, existen vías perfectamente adecuadas para, dentro de los límites y dentro del respeto de la convivencia en sociedad, aclararlo con la persona o medios que, creemos, con razón o sin ella, nos está perjudicando.
Pero en ningún caso es admisible que por realizar tu tarea te amenacen y menos escondido detrás de un teléfono y una llamada anónima.
Conozco a Fermín, afortunadamente, desde hace unos años ya. Si hay algún PERIODISTA, con mayúsculas, que se caracteriza por ser honesto consigo mismo y con sus oyentes, ése es Fermín. No he escuchado, ni falta que me hace, la retransmisión del partido del otro día; pero estoy seguro de que si dijo que las expulsiones del San Roque le parecieron justas, lo hizo siendo honesto consigo mismo y porque pensaba que verdaderamente así debía de ser, no por perjudicar al San Roque, al equipo, la directiva o al utillero. Porque, ésa es otra, el amor de Fermín por nuestros colores está fuera de toda duda y así lo ha demostrado durante su larguísima trayectoria profesional, antes, durantes y, seguramente, después de que yo, por ejemplo, haya estado por aquí.
Así que, desde este blog, yo, Eloy Morais Cortés, con nombres y apellidos, como siempre hago desde que empecé en esto, quiero dar todo el apoyo y ánimo a Fermín Cabanillas Serrano, que con nombres y apellidos, para que continúe ejerciendo su labor como hasta ahora y para que no se deje amedrentar por cobardes escondidos detrás de un teléfono.
En primer lugar, quisiera dar en mi nombre mi apoyo y mis ánimos al amigo y compañero Fermín en esta situación en la que, sin quererlo, se ha visto involucrado; e igualmente respaldo su decisión de denunciar esta llamada de teléfono en la Guardia Civil.
Todos los que trabajamos o hemos trabajado con asunto de trascendencia pública, es decir, los periodistas, sabemos que estamos expuestos a la crítica a la hora de realizar nuestro trabajo. Y todos podemos estar de acuerdo o en desacuerdo con lo que determinado comunicador dice, piensa y manifiesta. Pero en un Estado de Derecho todo, también, tiene un límite; y todo trabajo, nos guste más o menos, se merece el respeto de los que reciben la comunicación, puesto que el periodista afirma, dice, piensa, opina detrás de un nombre y un apellido, detrás de una persona o medio perfectamente identificable, demostrando, en la mayoría de los casos, una valentía, en este caso que nos atañe, no ha demostrado el “anónimo” en cuestión.
En este caso, también, si hay algo que no nos gusta somos libres de no escucharlo/leerlo/verlo. Y en caso de que ese “algo” nos implique, nos moleste, existen vías perfectamente adecuadas para, dentro de los límites y dentro del respeto de la convivencia en sociedad, aclararlo con la persona o medios que, creemos, con razón o sin ella, nos está perjudicando.
Pero en ningún caso es admisible que por realizar tu tarea te amenacen y menos escondido detrás de un teléfono y una llamada anónima.
Conozco a Fermín, afortunadamente, desde hace unos años ya. Si hay algún PERIODISTA, con mayúsculas, que se caracteriza por ser honesto consigo mismo y con sus oyentes, ése es Fermín. No he escuchado, ni falta que me hace, la retransmisión del partido del otro día; pero estoy seguro de que si dijo que las expulsiones del San Roque le parecieron justas, lo hizo siendo honesto consigo mismo y porque pensaba que verdaderamente así debía de ser, no por perjudicar al San Roque, al equipo, la directiva o al utillero. Porque, ésa es otra, el amor de Fermín por nuestros colores está fuera de toda duda y así lo ha demostrado durante su larguísima trayectoria profesional, antes, durantes y, seguramente, después de que yo, por ejemplo, haya estado por aquí.
Así que, desde este blog, yo, Eloy Morais Cortés, con nombres y apellidos, como siempre hago desde que empecé en esto, quiero dar todo el apoyo y ánimo a Fermín Cabanillas Serrano, que con nombres y apellidos, para que continúe ejerciendo su labor como hasta ahora y para que no se deje amedrentar por cobardes escondidos detrás de un teléfono.
Un abrazo, Fermín.