jueves, 4 de marzo de 2010

Barakaldo 1-1 San Roque

Incidencias: 1.800 personas en Lasesarre para presenciar la vuelta de las semifinales de la Copa RFEF; entre ellas, una veintena de aficionados leperos. Por coincidencia de colores, el San Roque vistió por primera vez esta la camiseta blanca en partido de competición oficial.
Árbitro: Jorge Salguero, de comité vasco. Amonestó a los locales Fran, Urko Arroyo, Platero, Txiki y Eizaguirre; y a los visitantes Nacho, Weto, Vidal, Alfonso, Lebrón, De Lucas y por partida doble a Álex Hornillo.
Goles: 0-1 Vicente, min. 15.
1-1 Álex Hornillo (pp), min. 78.
Tanda de penaltis: 2-4.

Qué grande, qué enorme es el fútbol. El deporte rey en el mundo, esa modalidad que practican tantos millones de humanos a lo largo y ancho del mundo, ha recibido hoy un homenaje en toda regla gracias a dos equipos, Barakaldo CF y CD San Roque de Lepe, que se han dejado la piel sobre el terreno de juego de esa joya llamada Lasesarre, donde, finalmente, la gloria ha vuelto a acudir a la cita con el equipo lepero, que está firmando con letras de platino las páginas más brillantes de su cincuentenaria historia. La clasificación para la final de a Copa RFEF, competición de ámbito nacional, es todo un hito en la vida de un club que, gracias a esfuerzo de su plantilla, cuerpo técnico, junta directiva y de la manos de la masa social, sabe, más si cabe a más de 1.000 kilómetros de casa, de Lepe, tardará mucho tiempo en olvidarse.


Lo conseguido esta tarde noche sobre el césped del feudo fabril ha sido tan grande que ni siquiera puede empañarlo la parcial y nefasta actuación de un colegiado, Jorge Salguero, que no quiso irse de Barakaldo sin dar su penoso espectáculo. A pesar de ello, o más bien, incluyendo las delirantes decisiones del trencilla y sus asistentes, la clasificación del San Roque toma tintes épicos, se baña de la pátina de una gesta colosal al alcance de unos pocos privilegiados, uno de ellos, Nacho, cuya actuación magistral, heroica y divina, todo un poco, ha permitido todo esto que contamos: el Héroe de Lasesarre.

Porque, además, el partido comenzó y terminó con dominio de los locales, que no obstante a ventaja que tenían por el marcador de la ida, asumieron el mando del choque con un fútbol sencillo y eficaz: aperturas a la banda para las incorporaciones de Urko o de Txiki y balones laterales colgados desde ahí para ver si cualquiera de los delanteros asomaba la gaita para rematar. Eso sí, todo eran amagos y no dar, por lo que el San Roque decidió golpear primero y hacerlo dos veces: minuto 15, apertura de Chapi para Añete, quien mete un balón interior para Vicente, cuyo control orientado sirvió de regate para quedarse solo ante Etxebarrieta y batirlo por bajo. 0-1 y el equipo lepero neutralizaba rápidamente el gol conseguido por los locales en el partido de ida.



No obstante, el Barakaldo no bajó los brazos y siguió intentando, con más fuerza si cabe, poner cerco a la meta del excelso Nacho, que tuvo su primera ocasión para lucirse en el minuto 10 y posteriormente en el 17, en una parada plena de reflejos a un tiro a bocajarro de Urko, una auténtica pesadilla para la zaga lepera y, sobre todo, para Alfonso, que ha arrastrado problemas físicos durante todo el choque. En el minuto 28, tras perdonar Txiki el empate de nuevo, el San Roque anotó otro gol que el asistente de Jorge Salguero anuló de forma injusta pues ni Añete ni Juan Villar estaban en fuera de juego. Fue el primer error de bulto de colegiado, que cometió otro a la vuelta de vestuarios en otro tanto, esta vez de Weto, a la salida de una falta, en la que el jugador de Villanueva del Ariscal tampoco estaba en orsay. Otro gol que hurtaba el colegiado a los aurinegros, que desesperaban por ello.

En el minuto 60, después de un disparo de Juan Villar que a punto estuvo de convertirse en el 0-2, Eizaguirre envió un balón al palo que podría haber supuesto igualmente el empate. El partido entraba en una fase de ida y vuelta, con dominio local, en la que podía ocurrir cualquier cosa y ocurrió que la figura de Nacho fue haciéndose cada vez más grande para los delanteros gualdinegros. Entre media, nuevo esperpento arbitral, merced a un penalti que el asistente Mario Gómez se sacó de la manga porque desde su posición era materialmente imposible ver mejor la acción de penalti, unas supuestas manos de Alfonso, que el propio Jorge Salguero, a un metro de la jugada. Increíblemente, el siroco del linier tuvo respuesta en el desquiciado trencilla, que señaló la pena máxima, un tiro que Nacho le paró a Scifo.


Lo siguió intentando el Barakaldo, que cada vez se desnudaba más en el centro del campo para meter gente arriba, lo que derivó en que el San Roque controló mejor esos compases del encuentro, incluyendo un nuevo gol anotado por Joaquín a pase de Vicente, donde tampoco existió fuera de juego. Tercer gol que hurtaba el trío arbitral a los leperos. Y Nacho a lo suyo, parando lo que parecía imparable. Pero decía Enrique Jardiel Poncela en su obra “Espérame en Siberia, vida mía”, algo así como que quien se libra muchas veces de morir atropellado por un camión morirá atropellado por un triciclo, y eso mismo es lo que ocurrió en una desgraciada jugada en el minuto 78, tras el saque de un córner de Scifo que tras rebotar en un compañero fue alojado, sin querer, claro, por Álex Hornillo en la escuadra de su propia meta.

De ahí al final del choque, de los primeros 90 minutos, las opciones fueron para el San Roque, que dispuso de 2 buenas oportunidades para no haber seguido alargando el partido. Pero no por ahí apareció también Extebarrieta exigiendo su cota de protagonismo y el encuentro acabó con empate. En la prórroga, lo más reseñable le ocurrió a Álex Hornillo, que vio su segunda cartulina amarilla justo la jugada siguiente en la que el colegiado, de nuevo haciendo de las suyas, perdonó claramente la expulsión al local Txiki.



Acabado el tiempo reglamentario, era el tiempo para el sufrimiento en las gradas y para los nervios de acero en el campo. Abría fuego Pablo de Lucas, que colocó el primer penal en la escuadra. Ponía la réplica Platero y, a continuación, Joaquín volvía a adelantar a los suyos. Luego, Negredo falló su tiro, al igual que Chapi, aunque Eizaguirre también mandó el suyo a la calle. Definitivamente, acertaron Vicente y Navarro, que daba al San Roque el pase a la final y a todo el sanrroquismo una alegría de tamaño de la Península Ibérica. Por cierto, al final del partido todo Lasesarre agradeció a los futbolistas de las dos escuadras en titánico esfuerzo realizado con una cerrada ovación.

El San Roque formó con Nacho, Weto, Álex Hornillo, Nando, Vicente, Vidal (Lebrón 96’), Juan Villar (De Lucas 72’), Chapi, Navarro, Añete (Joaquín 56’) y Alfonso.