sábado, 7 de marzo de 2009

San Roque 2 Pozoblanco 1

Incidencias: tarde primaveral en el Municipal lepero, donde se dieron cita unas 1.000 personas para ver el choque, que se jugó sobre un césped en buenas condiciones. Antes del partido, se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Miguel Prieto García, presidente de la Federación Granadina de Fútbol. Vicente forzó la quinta amarilla y se perderá el encuentro ante el Villanueva.
Árbitro: Díaz Mota, bien, ayudado por el marcador. Amonestó a los locales Vicente, Joaquín, Vidal y Gerardo; y a los visitantes Pablo, Alberto y Balsera.
Goles: 0-1 Llergo, min. 2.
1-1 Vicente, min. 52.
2-1 Casiano, min. 82.

10 victorias consecutivas en el Municipal lepero se dice muy pronto. El dato demuestra la ingente labor de toda la plantilla aurinegra en pos de un objetivo común. Además, el devenir del partido ante el CD Pozoblanco le añade valor a una victoria demostrativa de por qué el San Roque es líder; un triunfo colectivo de la fe, del buen juego, de la garra, del trabajo, de la calidad y de un nombre propio: Casiano. El brasileño fue el jugador más activo de los leperos buscando una y otra vez, unas veces con más y otras veces con menos suerte, el camino del gol. Pero veamos el transcurso de los acontecimientos.

Tocaba remar contracorriente.

Antes de que ocurriera cualquier otra cosa, el Pozoblanco se encontró con el gol en el minuto 2 de encuentro: un balón largo desde la defensa sin aparente peligro se convirtió en un pase en profundidad hacia Llergo, tras el único fallo de Alfonso en toda la tarde, que deja al delantero frente a Tomás, quien no pudo hacer nada ante la magnífica vaselina del visitante. 0-1 sin comerlo ni beberlo y todo el partido por delante: el equipo de Moreno Rosillo no quiso ser ambicioso y jugar de tú a tú al líder, por lo que el resto del partido lo pasó pertrechado atrás, eso sí, quizá empujado por sus numerosas bajas. Con un gol así, en frío, lo normal hubiera sido que el San Roque quedara tocado, pero nada más lejos de la realidad, porque a continuación tanto los jugadores como el público se levantaron con ánimos en busca de los puntos. Así, en el minuto 5 Casiano se escapaba por el lateral izquierdo del área, centraba a la llegada de Capi quien remató a las manos de Óscar Benito. 2 minutos más tarde, los aurinegros disfrutaron de la mejor ocasión de la primera mitad para empatar, tras una llegada a línea de fondo de Raúl Domínguez, que parece volver a reencontrarse consigo mismo, quien centró al primer palo para Joaquín, cuyo remate impidieron que se convirtiera en empate entre el meta visitante y el poste.

Casiano lo buscó y lo encontró.

El San Roque era dueño y señor del panorama; el Pozoblanco parecía esperar atrás para buscar matar a la contra con el rapidísimo Juanmi como punta de lanza, pero los pozoalbenses estaban demasiado retrasados como para que luciera el juego de Gutiérrez o de Raúl Balsera, por lo que se encomendaron al veterano Acaíñas para solventar las distintas papeletas que se presentaban por su área. No fue suficiente, porque en el minuto 18, Capi realizó una excepcional jugada por la derecha, con pase de la muerte incluido hacia Joaquín, quien solo en el punto de penalti golpeó mal la pelota con su pierna izquierda. Eran minutos de acoso, pero no de derribo. Nando y Vicente se veían obligados a retrasar su posición para entrar en contacto con la pelota y jugarla con algo más de sentido que los buenos balones largos de Cisco y Avilés al corazón de la cancha enemiga donde Casiano luchaba una y otra vez por darse la vuelta e intentar el disparo. Así que durante un tiempo, los leperos andaban enfrascado en desatascar el centro del campo, con llegadas esporádicas que revestían cierto peligro. Los vallesanos seguían jugando con fuego desde posiciones demasiado retrasadas, especialmente en el minuto 41, cuando uno de los centrales atropelló a Joaquín dentro del área, aunque Díaz Mota miró para otro lado. De esta forma se llegaría al descanso.

Los aurinegros encerradon en su área a loa vallesanos.

Tras la reanudación, Alejandro Ceballos dio entrada a Vidal por Avilés, por lo que Cisco pasó al centro de la defensa y el propio Vidal ocupó la posición de lateral izquierdo, demostrando que desde ahí también se puede generar juego para un equipo. De esta forma, el San Roque se ató los machos, decidido a marcar cuanto antes para poder llevarse los 3 puntos. Así lo entendió también la afición del Municipal, que apretó lo suyo para seguir dando ánimo a los suyos. Los 5 primeros minutos fueron de auténtico agobio para el Pozoblanco, cuyo centro del campo se refugió en la frontal del área, obligando a la defensa a recular hacia el portero, incapaces de salir de estas posiciones. Era cuestión de tiempo que ocurriera lo inevitable, y así fue que en el 52, un córner botado por Vidal al primer palo fue cabeceado hacia atrás por Vicente, que puso las tablas en el marcador.

El San Roque siguió intentándolo sin descanso, apelando a la calidad y a la casta a partes iguales; en esa tarea se significaron Vidal y Casiano, toda vez que Joaquín parecía no tener el santo de cara. En el 55, unja falta frontal que sacó Vidal se convirtió en una nueva ocasión para los aurinegros, aunque Óscar Benito estuvo acertado en la acción. Un par de minutos más tarde, Casiano volvió a marcharse de su par por la izquierda, buscó el centro al corazón del área y tras una serie de rechaces, el balón le cayó a Vicente que tiró a bocajarro una pelota que logró despejar la defensa a córner cuando el cancerbero visitante estaba ya batido. La siguiente ocasión la tuvo Casiano tras un gran balón interior de Raúl Domínguez, pero de nuevo Óscar Benito se adelantó al brasileño.


Vidal es todo calidad.

A esas alturas del partido, todo el mundo sabía ya que el gol del líder llegaría tarde o temprano. Hasta el Pozoblanco parecía tener esa sensación y se fue deshilachando a medida que pasaban los minutos; en el 74, Casiano disparó desde la frontal cuando tenía la opción de pase a Vidal, que estaba desmarcado dentro del área. El brasileño pidió disculpas pero no se desanimó, así que, tras mucho intentarlo, encontró el punto justo en el minuto 82: agarró la pelota en la frontal del área, regateó una vez, levantó la cabeza y golpeó con tal precisión que la pelota golpeó en el palo antes de alojarse en las mallas y convertirse en el 2-1, que consumaba la remontada y confirmaba la absoluta superioridad del líder de la categoría. Hasta el final del choque sólo hubo un equipo, el de siempre, el San Roque, que incluso pudo aumentar su renta en el marcador.

De esta forma, el San Roque suma su décima victoria consecutiva en su feudo y se confirma como el mejor equipo de 2009, a falta del partido pendiente contra el Alcalá. La próxima semana, los leperos viajarán hacia Villanueva de Córdoba en el desplazamiento más lejano de los aurinegros dentro del Grupo X de Tercera.

El San Roque formó con Tomás, Juanlu, Cisco, Avilés (Vidal 46’), Alfonso, Capi, Nando, Vicente, Casiano, Joaquín (Álex 84’) y Raúl Domínguez (Gerardo 72’).