viernes, 15 de agosto de 2008

San Roque 1 Ayamonte 0

Primer post de mis vacaciones. Desde Colmenar (Málaga), tras ver el partido anoche y salir pitando al término del encuentro. No dejéis de comentar qué os ha parecido. Saludos a todos.

El CD San Roque pudo quitarse la espina de la humillación sufrida en la Puerta de España a principios de agosto. Es cierto que el marcador final no se asemeja a aquel bochornoso 6-1 de hace 2 semanas, pero también es verdad que los aurinegros son los que más han evolucionado desde esa fecha hasta ahora. Porque si una conclusión se puede sacar del partido de ayer es que los de Alejandro Ceballos han sabido rectificar y enjugar sus errores para pasar a ser un conjunto mucho más serio, compactado y, sobre todo, sólido. Baste el dato de que el Ayamonte apenas disparó a portería un par de veces a lo largo de 90 minutos.

Pero tampoco nos engañemos: probablemente, el rendimiento del equipo lepero ayer seguro que dista mucho del juego que pretende desarrollar el cuerpo técnico aurinegro, si bien el camino que hay que seguir parece el correcto, así que lo que queda de pretemporada debe servir para ajustar al máximo la maquinaria ya que la plantilla ha demostrado que, efectivamente, como todos sospechábamos, hay equipo.

Metidos en harina, el partido comenzó con un homenaje de los dos equipos a nuestro querido amigo Juan González Camacho, Juanito, personaje donde los hubo en Lepe y especialmente ligado a la entidad aurinegra. Cada conjunto depositó en el fondo de vestuarios, a la altura en que Juanito veía siempre los partidos de su San Roque, seguido de un emocionante minuto de silencio. Descanse en paz. Como bien dijo nuestro amigo Camacho, seguro que ahora está pegando carteles de los partidos del San Roque en el cielo.

Terminados los homenajes, comenzaron pronto las hostilidades, con los dos equipos bien plantados en el terreno de juego, sin ceder un solo balón, un solo espacio, pierna fuerte, si bien los de Ceballos, dirigidos por Vicente y un primer empuje de Jonathan parecían imponerse por momentos. No obstante, el primero en disparar a portería fue el Ayamonte al cuarto de hora del encuentro, con un chut lejano de Carlos que Isaac despejó con algún apuro a córner. Ahí se acabó el peligro de los rojillos en la primera mitad, más por demérito de un despistado Avilés que por acierto visitantes. A decir verdad, fue de los pocos errores, y es que el equipo y especialmente la defensa, con un Alfonso como el de los mejores tiempos, mejoró sensiblemente sus prestaciones. De hecho, es el primer partido de pretemporada que el San Roque no encaja gol alguno.

A partir de ese momento el San Roque intentó imponer su ritmo, aunque los de Manuel Juan Limón impedían el progreso del juego aurinegro a base de pequeñas faltas, sobre todo por parte de Pavón y Barba, aunque Canterla se unió posteriormente a la fiesta. No ofreció muchas más prestaciones el conjunto ayamontino, por más que Puntas lo intentara una y otra vez por el centro, aunque en esta ocasión estuvo mucho más vigilado por un inmenso Álex, puesto que el capitán lépero se fajó en defensa anulando a Pepe Puntas y haciendo el trabajo sucio para que brillara Vicente en la creación.

Jonathan y Nacho Cabet no estuvieron especialmente afortunados en la banda derecha, todo lo contrario que Raúl Domínguez en la izquierda, cuya figura crecía a medida que pasaban los minutos. No obstante, las primeras ocasiones leperas llegaban a balón parado, gracias al toque de Vidal que hizo de cada falta una ocasión de peligro que se encargó de neutralizar in extremis un inspirado Miguel Rosa. Entre medias, Joaquín se peleaba con los centrales ayamontinos ganando una y otra vez su espalda y controlando el balón esperando la llegada por las bandas. Así, llegó la media hora de encuentro: Raúl Domínguez inició una gran cabalgada por la izquierda, dejando muertos por el camino, trianguló de primeras con Joaquín, ganó línea de fondo y puso en balón sobre la línea para que Vidal sólo tuviera que empujar lo que a la postre sería el gol del triunfo. El tanto dejó tocado a los de Limón, que no fueron capaces de sacar un balón jugado en lo que quedaba de primera parte.

La segunda mitad comenzó como terminó la primera, con el San Roque jugando aunque sin mucha fluidez, y el Ayamonte achicando balones, incapaces de hilar una jugada de ataque ni de sacar siquiera el balón jugado desde la defensa. Los aurinegros se fueron creciendo a medida que el rival iba dando pasos hacia atrás. Vicente y Raúl Domínguez brillaban con luz propia. En el 62, una falta botada por el propio Domínguez fue cabeceada a la red por Nacho Cabet, aunque el colegiado anuló la jugada por un dudoso fuera de juego. Minutos antes, el trencilla sevillano había anulado también un par de jugadas culminada en gol por Joaquín, siempre al borde del orsay, y una de ellas por otro ajustado, si es que no eran fuera de juego. De los rojillos no se tenía noticia en ataque y ni en juego, pues achicaba balones cada vez con más frecuencia ante el empuje aurinegro, que tampoco se plasmó en grandes ocasiones, excepto al borde del final del partido, cuando una nueva internada de Raúl Domínguez dejaba el balón a Álex, quien solo en el borde del área pequeña fusiló a Rosa, que respondió con el paradón de la noche. El público se lamentaba de la ocasión de matar en encuentro, pero tampoco hizo falta hacer más sangre.

En el partido de ayer, pues, quedó claro que lo de Ayamonte no fue más que un desgraciado accidente. Se nota que el cuerpo técnico ha trabajado duro para subsanar los errores y, como se anunciaba, se tomó el encuentro como un verdadero ensayo general. Aún quedan piezas por encajar, aunque también es verdad que aún faltan jugadores por recuperarse completamente y que van a dar un nuevo impulso al equipo, como el caso de Nando, que jugó sus primeros minutos con la aurinegra, o Rubén Rasco.

El San Roque formó de inicio con Isaac, Nacho Cabet, Otón, Avilés, Alfonso, Jonathan, Álex, Vicente, Joaquín, Vidal y Raúl Domínguez. También jugarón Nando, Capi, Gerardo y Raúl.