sábado, 15 de marzo de 2008

San Roque 0 Villanueva 0

Incidencias: Municipal de Lepe. 700 espectadores en una tarde perfecta para la práctica del fútbol. Debutó Cajeta con el primer equipo. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del padre de nuestro compañero Manuel María Prieto.
Árbitro: Fernández Delgado, mal. Amonestó por el San Roque a Avilés, Capi y Cajeta; por el Villanueva a Ortiz, Baby, Ávalos y Otero. Expulsó por roja directa a Elvio.

El fútbol suele ser injusto con los modestos, sobre todo en aquellos partidos en los que David hace de Goliat y el gigante acaba pidiendo la hora, que la diosa fortuna les concede en forma de colegiado extraño que terminó por desquiciar a los 2 equipos. Y eso que el San Roque salía de inicio sin Cisco, que se quedó fuera de la convocatoria por lesión; y con Cantos en el banquillo, aunque con la reincorporación de Álex y la sorpresa de Avilés acompañando en el mediocentro a su compañero, que terminó dando la razón a Alejandro Ceballos.

Partido de lucha.

Y eso es así porque Avilés y Álex se empeñaron en cortar todo, todo y todo el tráfico visitante por la zona ancha, convirtiéndose ambos en figuras principales de un partido de pierna fuerte, de alta intensidad, eléctrico aunque un poco falto de “jogo bonito” que en la tarde del sábado nadie echó en falta en el Municipal, que premiaba cada acción de los suyos con una ovación, despejando de paso las dudas, si alguna vez las hubo, sobre el comportamiento de la grada con la plantilla y el cuerpo técnico. Porque si para una cosa sirvió el partido fue para que los aurinegros se reivindicaran ante sí mismos y ante la afición, nunca encogieron la pierna, lucharon cada balón en el centro del campo ante un rival teóricamente superior, siendo superiores por fases del encuentro…

De esta guisa, la lucha se planteó en las trincheras del centro del campo. De hecho, hasta el 26 de encuentro no pudieron verle los delanteros locales la cara a Óscar Benito, después de que Otón subiera por su banda deshaciéndose de rivales y cruzando la pelota por bajo para que Ismael, en el segundo palo, no acertara a rematar en posición algo forzada. La única acción de cierto peligro del equipo jarote, muy gris, muy nervioso, sin justificar nunca la segunda plaza en la tabla, tuvo lugar en el 36, por mediación de Quero, que disparó desde dentro del área para estrellar la pelota en Nerva. La primera parte concluía con una excepcional jugada colectiva iniciada por Nerva, que envió en profundidad para Capi por la banda derecha y éste cruzó un centro perfecto que Ismael, en plancha, remató fuera cuando tenían tiempo para intentar algo más.

Álex y Avilés, dominaron.

La segunda parte comenzó con la mejor ocasión para los de Carrasco, que no paró de protestarle al colegiado durante todo el encuentro, la tuvo en sus botas Chicote, el mejor de los visitantes, cuando Juanlo erró un despejé, le cayó la pelota al cordobés y, escorado pero encarado con Nacho, intentó un tiro bajo que neutralizó el guardameta sevillano del San Roque. Era el primer minuto de la reanudación. A continuación, Ismael disfrutó de la mejor para los leperos, cuando Capi centró desde la derecha, falló el remate Raúl y la pelota fue a caerle a Ismael, que disparó a bocajarro, aunque Óscar Benito se lanzó de forma tremenda a los pies del delantero para despejar a córner. Dos minutos más tarde, un balón interior de Nerva para Melchor sirvió para que éste encarara al guardameta visitante, que volvió a ganarle la partida a la delantera. Eran los mejores minutos del San Roque, que encerraba sin piedad a los cordobeses, incapaces de saltarse la barrera Avilés-Álex y que sólo a balón parado, pobre bagaje para tanto presupuesto, conseguía llevar algo de peligro a la portería de Nacho, que vio cómo un balón de Marcos, tras remate de una falta, cómo no, se estrellaba en su larguero.

Tras la acción, Ceballos movió ficha y retiró a Ismael, tocado, y a Melchor, cansado, por Iván y Cajeta, el canterano del San Roque B, que le dieron bríos al equipo. No obstante, en el 82 de partido llegó el detalle feo de la jornada, cuando Elvio propinó una tremenda patada a Reyes, de forma alevosa, rozando la delincuencia o delictiva directamente, que le envió justamente a los vestuarios antes de tiempo, y que estuvo a punto de dar con el delantero lepero en la enfermería. En cualquier caso, es fue una excusa perfecta para los de Carrasco para seguir perdiendo tiempo y echarse descaradamente atrás, porque antes ya lo había hecho, aunque no de forma tan evidente, mostrando las carencias de un conjunto jarote que debería mostrar algo más en todos los sentidos si quiere jugar la liguilla con dignidad. Le echó una mano el colegiado descontando tan sólo 3 minutos, cuando la acción de la expulsión de Elvio fue una secuencia de 5 minutos de juego parado.

Lo dicho, que el San Roque mereció infinitamente más en un encuentro que terminó con una gran ovación del público a los suyos, en uno de los partidos más serios jugados por los aurinegros en los últimos tiempos. Hacía falta. Se lo merecen.


Ejemplo de lucha.

El San Roque jugó con Nacho, Nerva, Juanlu, Avilés, Otón, Galán, Álex, Raúl (Reyes 69’), Capi, Ismael (Cajeta 79’) y Melchor (Ivan 79’).