jueves, 7 de abril de 2011

Un año después

La historia de este día que hoy conmemoramos comenzó en agosto de 2009, después de que el CD San Roque de Lepe cayera eliminado en la primera ronda de la Copa del Rey tras perder 1-2 ante la UD Melilla en el Campo Municipal de Deportes de Lepe. La mayoría de la gente creía, casi todos, que ahí se terminaba la historia, pero tras unos días de incertidumbre el equipo aurinegro caía en la cuenta de que debía participar en un torneo que nos sonaba a unos pocos, la Copa Real Federación Española de Fútbol, más que nada porque el Real Jaén era el equipo campeón de entonces y el encuentro de vuelta de aquella final entre el equipo del Santo Reino y el Rayo Vallecano B fue televisado por Canal Sur.

A punto estuvo el sueño de truncarse antes siquiera de haber comenzado, antes incluso de saber que sería un sueño. El club se planteó la posibilidad, esto es cierto, de no jugar aquella competición, por los costes. El caso es que la renuncia a jugar la Copa Federación estaba castigada con unos 3.000 euros de sanción y en aquellos momentos se optó porque se jugaría. De modo que el San Roque de Lepe compareció en el sorteo y la suerte nos deparó al primero de nuestros rivales: el Jerez CF de Jerez de los Caballeros.


El primer gol conseguido en Jerez de los Caballeros.

El partido de ida se jugó en el Municipal y acabó con empate a 1. La vuelta se jugó en tierras extremeñas y el resultado lo conocéis todos: 2-2 y clasificados por el valor doble de los goles fuera de casa. Que pase el siguiente, que fue el Roquetas, también con la ida en casa y con un marcador más que adverso: 1-2, tras un partidazo del que hoy es jugador aurinegro, Óscar, que nos encandiló a todos. La vuelta se presentaba complicada, el viaje, también: ida y vuelta a Roquetas de Mar el mismo día.


Felices tras el partido en Roquetas.

Tras dar muchas vueltas por los alrededores de Roquetas buscando el Estadio Antonio Peroles (no es fácil de encontrar y menos de noche), llegamos justo una hora antes del partido, es decir, el tiempo justo para cambiarse, calentar y salir a jugar. El encuentro fue bonito, con muchas ocasiones de gol que al final se decantó del lado lepero en el minuto 93 gracias a un zapatazo, golazo absoluto, de Chapi que entró por la escuadra roquetera. Así, como quien no quiere la cosa, pasábamos de nuevo de ronda. El sorteo depararía un largísimo viaje hasta la localidad albaceteña de Almansa, con parada en el Municipal para disputar la ida, que culminó con 2-0 a favor de los aurinegros. El choque de vuelta, con un frío polar que nos dejó tiesos, acabó con 0-0 y con una tarta casera que nos regaló la presidenta del Almansa, detallazo grande, y que nos zampamos entre todos allí.


Antes del partido, con el castillo de Almansa como fondo.

De nuevo, el sorteo y de nuevo enfrentamiento con el equipo más lejano que nos podía tocar en suerte: el Barakaldo CF. Aquello fue unánimemente reconocido como una final anticipada, y así fue: el partidazo de la ida terminó con 1-1 y la vuelta, maravillosa vuelta, que también terminó con 1-1 y clasificación agónica en la tanda de penaltis en ese magnífico escenario que es el Nuevo Lasesarre. Muy grande, tanto como aquellos 2 días por el País Vasco, que desde entonces me tiene cautivado el corazón.



Festejando en el Nuevo Lasesarre.

Y llegaba la final, de nuevo lejos. Lorca. Estadio Artés Carrasco: Joaquín metía la pierna en una llegada del San Roque al área rival y ponía el 0-1 que dejaba la final encarrilada. Luego, el 7 de abril de 2010, ese mismo 7 de abril que ahora conmemoramos, de ese año que ahora recordamos como aquel en que fuimos campeones del mundo con España y campeones de copa con nuestro amado San Roque. El 7 de abril, también Día Mundial del Palmero. El 7 del 4 del 10. El 07410, buen número para la lotería de Navidad el año que viene… y la de este año, en la que nos tocó el reintegro, que algo es algo.


Yo con mi cara de agobio tras recoger la copa.

Llegó el día, llegó la hora y llegó la consumación del sueño. La hora, el minuto y el segundo en que fuimos campeones. El día en que casi me da algo, literalmente, tras el segundo gol de Añete que nos confirmaba como campeones. El día en que me hice paso entre la multitud para agarrar a nuestro Alfonso de la camiseta para llevármelo a rastras para que recogiera la Copa de campeones de manos de Villar. Ese día en el que lloramos por fuera y por dentro. Ese día que todo el mundo quería dedicar a nuestro Alejandro Ceballos, mejor persona que entrenador, que eso ya es difícil. La cima del mundo, el punto más alto de una temporada, de un año, de un día para recordar, para acordarse de todos aquellos que fueron y que nos dejaron, por ejemplo, mi abuelo Pepe, de cuya mano venía al fútbol cuando era más pequeño.

Hoy hace un año de aquello. Pronto dejaremos el título de actuales campeones en manos del Puertollano o del Lemona, que, por cierto, ganó 0-2 en la ida y que espero y deseo que sea finalmente quien la gane. Lo merece. Pronto ondeará la bandera de la RFEF también en otro estadio. Pero para nosotros queda esa bandera que nos reconoce como campeones. Con nosotros queda esa preciosa copa que nos recordará siempre que fuimos, somos campeones. Un símbolo de lo que podemos llegar a ser, ahora que estamos siendo tan denostados, quizá de forma justificada, por lo ocurrido el pasado sábado. Pero no es momento de eso. Es momento de recordar que somos, cuando queremos, grandes.

Así que, desde aquí, desde este blog no oficial que tiene ya unas temporadas; este espacio que abrimos un día para suplir de alguna forma la falta de presencia del San Roque en Internet y que ya no se hace tan imprescindible como antes, y digo que afortunadamente, porque significa, también, que hemos crecido. Nos hemos hecho adultos sin perder la ilusión de los niños, desde aquí, reiteramos, felicidades a todos los sanrroquistas de corazón, feliz cumpleaños, Copa RFEF, un año entre nosotros…