domingo, 22 de noviembre de 2009

Lucena 3-2 San Roque

Incidencias: tarde fría en el Polideportivo de Lucena, donde se dieron cita unos 500 aficionados, medio centenar de ellos procedentes de Lepe. El choque se jugó sobre césped artificial. Medio día del club en la localidad cordobesa.
Árbitro: Palomino Núñez, del comité andaluz. Amonestó a los locales Cabello, Chico, Sarmiento, Lobato y Quique; y a los visitantes Chapi, Nando, Añete y Hornillo por partida doble, por lo que fue expulsado.
Goles: 1-0 Cabello, min 8.
2-0 Cabello, min. 51.
2-1 Joaquín, min. 70.
2-2 Joaquín, min. 82.
3-2 Cabello, min. 84.

La jornada se había puesto de dulce para que el San Roque tomara el mando de la clasificación, pero entre errores propios y ajenos fue incapaz de sumar punto alguno en su visita al Polideportivo de Lucena, una cancha donde los locales se mueven como peces en el agua y de la que sacan provecho por sus reducidísimas dimensiones. Mención aparte merece la actuación del colegiado Palomino Núñez, quien permitió el juego duro, durísimo, del cuadro de Monteagudo, que confunde claramente el juego agresivo con el violento; y así, patada tras patada, codazo a codazo, fue sacando poco a poco a los leperos del partido, aunque éstos tampoco anduvieron muy afortunados durante el choque.


Y eso es así porque nada más comenzar el partido los locales se adelantaron en el marcador tras un balón colgado desde la izquierda que Cabello remató al fondo de la portería sin encontrar mucha oposición. No obstante, el San Roque reaccionó rápidamente y a punto estuvo de conseguir el empate tras un tiro de Añete desde la frontal que paró Toni García, aunque aún debe estar preguntándose cómo pues se encontró con la pelota en el pecho tras el chut del coriano, que ha jugado quizá su partido más flojo de la liga, si bien el hecho de recibir una y otra vez las “caricias” y provocaciones del rival tampoco ayudaron mucho. Poco más tarde fue Joaquín el que caracoleaba dentro del área, haciéndose un hueco para lograr un disparo cruzado que se marchó rozando el palo.


A partir de entonces, el partido entró en su fase más dura. Ni Lobato ni Abraham debieron acabar la primera mitad por sendos codazos a jugadores aurinegros, aunque el árbitro parecía desentenderse de esas acciones. Por su parte, Añete era una y otra vez provocado en su banda por Lobato, que tampoco vio amonestación alguna durante la primera mitad. En definitiva, el colegiado midió con el mismo rasero las patadas y las protestas, lógicas, de los jugadores leperos por tanta dureza empleada. A todo esto, sin noticias de fútbol propiamente dicho: el San Roque lo intentaba por arriba, donde la defensa aracelitana se mostró inexpugnable, y por abajo, aunque la consigna era no dejar darse la vuelta a los jugadores de Tomás y Ceballos bajo ningún concepto, por métodos legales o de otro tipo. Cada balón que llegaba a las inmediaciones del área local era despejado sin contemplaciones por la defensa y así hasta llegar al descanso.



Tras la reanudación el cuadro lucentino salió más enchufado que el lepero y fruto de ello llegó la jugada del penalti de Servando, que convirtió Cabello en el 2-0. Con ese marcador, el San Roque pareció perder algo el norte y fue dominado por los locales, algo más prestos a jugar a algo que se pareciera al fútbol en esta segunda mitad. Así que no fue hasta mediados del segundo periodo que los aurinegros reaccionaron y empezaron de nuevo a combinar y a llegar al área rival. Tras una serie de acercamientos con peligro llegó un córner botado por Navarro en el minuto 70 que despejó Lobato con la mano en el interior del área, acción que cazó el colegiado, que señaló penalti: el ariete paradeño no falló desde los 11 metros y el San Roque tomaba un nuevo impulso que lo llevó hasta el empate en el minuto 82, tras una jugada individual de Joaquín que se hizo hueco dentro del área para encontrar un tiro con el exterior que se coló por el palo corto de Toni García, consiguiendo de este modo el empate y la remontada.



Pero poco dura la alegría en la casa del pobre: dos minutos más tarde Palomino Núñez se inventa una falta a favor del cuadro lucentino en un costado del campo; el balón llega a la cabeza de Babin, muy suelto, que remata y obliga a Isaac a hacer el paradón del partido, aunque no sirvió de nada pues al rechace con la testa llegó Cabello para completar su triplete particular y poner a su equipo de nuevo con ventaja. No se vinieron abajo los leperos y Jonathan recién ingresado en el terreno de juego, tuvo el empate en sus botas, pero su tiro fue repelido por el meta local y al barullo, al rechace, no llegó ninguno de sus compañeros. Otra de las notas negativas del choque fue la expulsión por doble amarilla de Álex Hornillo, que se fue al vestuario antes de tiempo sin haber dado ni una mala patada, y después de todo el repertorio ofrecido por el rival en esta materia.

De esta forma, el San Roque se dejó los puntos en Lucena de forma un tanto injusta y cuando lo más difícil ya estaba hecho. No obstante, afortunadamente la liga es larga y da oportunidades de resarcirse; y qué mejor manera de hacerlo que ganando el próximo sábado al Ceuta a partir de las 18:00 horas en el Municipal.

El San Roque formó con Isaac, Álex Hornillo, Chema (Jonathan 84’), Nando (Navarro 65’), Vicente, Joaquín, Vidal, Chapi, Juanlu, Servando y Añete (Sergio Berro 80’).