domingo, 30 de agosto de 2009

Marbella 1-5 San Roque

Incidencias: tarde soleada en el Municipal de Marbella, donde se dieron cita unos 500 aficionados, incluidos los 50 desplazados con el Frente Aurinegro, que dieron alegría y colorido a las gradas, además de recibir a sus jugadores a su llegada. Césped en malas condiciones. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Joaquín Gámez, ex directivo de la UD Marbella. El San Roque es el primer líder.
Árbitro: Vizuete Sánchez, del colegio sevillano. Amonestó por partida doble al local Pedro y una amarilla para Rives; y por el San Roque vieron amarilla Hornillo, Juan Villar y Vicente, éste también por partida doble antes del descanso.
Goles: 1-0 Joaquín, min. 2.
0-2, Joaquín, min. 38.
0-3 Navarro, min. 68.
1-3 Santi Moreno, min. 73.
1-4 Sergio Berro, min. 82.
1-5 Sergio Berro, min. 88.

Lo vivido en la tarde del domingo en Marbella no es algo fácil de describir. La histórica goleada del CD San Roque de Lepe en su reentré en la 2ª B quedará grabada en la memoria del medio centenar de aficionados leperos desplazados con el Frente Aurinegro hasta la Costa del Sol, si bien el vertiginoso devenir del campeonato liguero y la propia competición exigen no lanzar las campanas al vuelo, por lo que hay que ser conscientes de que la goleada en el Municipal marbellí no son más que 3 puntos. Eso sí: nadie podrá arrebatar a la afición aurinegra, a su cuerpo técnico, plantilla y directivos el alegrón de este enorme comienzo de liga en la categoría de bronce del fútbol español 14 años más tarde.


Porque la tarde comenzó de forma espléndida, con un San Roque arrollador, valiente, pleno de actitud, entrega y orden colectivo, el verdadero secreto del magnífico encuentro que se marcó el cuadro lepero: la disciplina del colectivo fueron los cimientos donde se posaron luego las más brillantes acciones individuales. Eso es así porque el conjunto aurinegro tiene un concepto de grupo muy bien asimilado, pero también posee jugadores verdaderamente desequilibrantes. El que más ayer fue quizá, con permiso del resto de protagonistas, fue Chapi, que se entregó en cuerpo y alma durante los 90 minutos a pesar de lesionarse en la recta final del encuentro a causa del horrible estado del césped. Tanto es así que tuvo que salir del estadio portado a hombros por Chema, todo un símbolo de la entrega de esta plantilla para con el club lepero.

Desde el minuto 1 el San Roque comenzó a meter el miedo en el cuerpo al cuadro costasoleño. De hecho, una falta en la frontal del área y el posterior rebote terminó con un remate de Chema que se coló en la portería contraria, si bien Vizuete Sánchez, a instancias de su asistente, anuló el gol por un dudosísimo fuera de juego. Sólo un minuto más tarde el San Roque se adelantó en el marcador, merced a su genial inicio: centro de Chapi desde el costado izquierdo del ataque aurinegro y el remate de Joaquín que se estrella en la mano del central Rives, acción que el colegiado no dudó en señalar como penalti. El propio Joaquín se encargaría de transformar la pena máxima en el 0-1. El gol no varió un ápice el guión del choque y los leperos seguían siendo dueños del centro del campo, del balón y de las ocasiones: una dejada de Alfonso para Juan Villar sirvió para que éste ingresara por velocidad y habilidad en el área y disparar con furia hacia el marco enemigo, pero su posición algo escorada restó peligro a la acción; y un minuto más tarde, un centro de Vidal terminó con un remate en propia meta de un defensa marbellí que obligó a Ávila, el mejor jugador del Marbella ayer a pesar de todo, a realizar un paradón para evitar el 0-2.


El dominio del balón, el buen juego, las ocasiones, los robos, en todas las acciones salía vencedor una y otra vez el cuadro de Tomás, que realizó una primera media hora memorable, no dejando que el Marbella se acercara tímidamente más que en una oportunidad, que ni siquiera culminó con disparo enemigo. Durante esos primeros compases sobresalió la figura de Juan Villar, que desde la derecha dio toda una lección de juego y remate y estuvo a punto de marcar hasta en 2 ocasiones, desbaratadas justamente por Ávila. Pasados 3 minutos de la media hora de choque el cuadro local vio una puerta abierta para la esperanza, pues un tiro de Pedro que golpeó en la cadera de Hornillo lo convirtió Vizuete Sánchez en penalti por unas manos que nunca existieron. No obstante, la decisión era irrevocable y Nico Chietino se dispuso a lanzar, pero ya se ha referido la capacidad colectiva del San Roque y sus individualidades: ahí emergió Isaac que detuvo el lanzamiento con una parada espectacular que salvó el empate. Hubiera sido una situación injusta, pero pronto los leperos se encargarían de poner verdadera justicia a lo que se estaba viendo: robo de Añete en la salida del balón rival, pase para Juan Villar, que dribla, llega a la línea de fondo y pasa atrás para que Joaquín sólo tenga que empujar el 0-2, llevando el delirio a los aficionados aurinegros desplazados hasta Marbella.

No terminaría así la primera mitad, cuya recta final, aparte del 0-2, fue de auténtica locura: primero Vicente y luego Pedro fueron expulsados por doble amonestación; la acción de la segunda amarilla del capitán de la plantilla lepera significaba además penalti a favor del Marbella: esta vez fue el turno de lanzamiento para Rives, con idéntico resultado: paradón de Isaac, que neutralizaba el tiro cayendo esta vez para el otro palo. Terminaba así una primera mitad para enmarcar, con la única salvedad de la expulsión de Vicente, pues la primera de las amarilla bien podría habérselas ahorrado el colegiado.


A la vuelta de vestuarios Rodríguez daba entrada a Nando por Juan Villar, amonestado en la primera mitad, lo que certificó la consistencia del equipo en el centro del campo, donde Chema fue un verdadero pulmón durante los 90 minutos. En la segunda mitad, el San Roque le cedió la pelota al Marbella, que no supo qué hacer con ella, siendo los aurinegros los verdaderos dominadores de la situación, pues el equipo de José Luis Montes no generaba peligro ni juego y los de Tomás salían a la contra con peligro mortal. De hecho, lo único reseñable que hizo el cuadro local en la reanudación fue a los 18 minutos: un tiro lejano y escorado de Jorge García que detuvo Isaac sin mayores problemas. Poco después, el San Roque sentenció el choque: Navarro, recién ingresado en el terreno de juego, se queda solo ante Ávila tras una jugada de Sergio Berro, otro recién salido, para hacer el 0-3.

Recortaría distancias 4 minutos después el Marbella por mediación de Santi Moreno, al que le cayó a los pies y en el área pequeña un rechace de Isaac, por lo que marcó a placer el 1-3. Pero el San Roque se guardaba un as en la manga: Vidal. Del menudo jugador sevillano, ayer apostado en el lateral izquierdo, partieron las jugadas de los goles que pondrían el marcador definitivo. La primera de ellas en el minuto 82 tras pase por bajo a Sergio Berro que fusiló en 1-4; y la segunda una obra de arte plena de velocidad y regate: tras irse de toda la defensa rival envió un centro medido a la cabeza de Sergio Berro que empujó con la cabeza en 1-5. El colegiado del encuentro no añadió ni un solo minuto.


De esta forma, el San Roque comienza su nueva andadura en 2ª B de forma inmejorable. Además, queda la anécdota de ser el primer líder de la temporada. Lo más importante es la gran imagen demostrada por el cuadro aurinegro en Marbella, la sensación de solidez y la gran pegada de un equipo modesto por con un orgullo a prueba de bombas que descansa sus bases sobre una plantilla sólida y compenetrada. Y así lo ratificó con sus palabras Tomás Rodríguez en su comparecencia de prensa en el Estadio Municipal de Marbella.



El San Roque formó con Isaac, Hornillo, Chema, Vicente, Joaquín (Navarro 57’), Vidal, Juan Villar (Nando 46’), Chapi, Servando, Añete (Sergio Berro 66’) y Alfonso.