domingo, 14 de diciembre de 2008

Chiclana 0 San Roque 1

Incidencias: Estadio Municipal de Chiclana, donde se congregaron unos 300 espectadores, y con un terreno de juego absolutamente penoso e impracticable, donde jugar bien al fútbol era una quimera. Público caliente el de Chiclana, aunque una decena de energúmenos se encargaron de torpedear el postpartido. Jonathan vio la quinta amarilla por protestar y se pierde el partido contra Los Barrios.
Árbitro: De los Santos Mellado, bien, aunque los asistentes lo equivocaron en alguna ocasión. Amonestó a los locales Jesús Romero, Germán, Javi Panes, Carlitos y Ñoño; y a los visitantes Otón, Avilés, Vicente y Jonathan.
Gol: 0-1 Raúl, min. 10.

Hay partidos, como el de la semana pasada, en los que toca ponerse el frac y la pajarita para jugar al fútbol y dar lecciones magistrales con una presentación perfecta. Y existen otros encuentros, como el de la mañana del domingo entre el Chiclana y el San Roque, en los que hay que ponerse el mono de trabajo, bajar a las catacumbas del fútbol y bregar de forma casi épica contra el rival y los elementos. El césped del Municipal de Chiclana estaba en un estado lamentable por las lluvias caídas durante toda la noche y se convirtió durante el encuentro en un patatal donde las botas de los futbolistas se hundían un par de dedos a cada paso, lo que hacía imposible ver un juego bonito por ninguna de las partes, circunstancia que terminó igualando a las dos escuadras, porque la realidad es que los aurinegros son infinitamente superiores a los chiclaneros en el aspecto futbolístico, y así se demostró las pocas veces que el balón pudo viajar sobre el piso. Y todo ello con el mérito añadido de que el San Roque viajaba con los puesto, es decir, la convocatoria estaba formada por los únicos 16 futbolistas disponibles de la primera plantilla.

Calidad y coraje a partes iguales.

Así las cosas, de primeras Alejandro Ceballos sorprendía al rival con la inclusión de Álex en el once titular, formando pareja de baile con Nando y Vicente en el centro del campo, y con la inclusión de Raúl en la delantera aurinegra, debido a la baja de Joaquín por lesión. Pero todo ello no casi no hubiera servido de nada sin la parada decisiva del encuentro, a nuestro entender, que se produjo durante el primer minuto de juego, ya que cuando aún no habían terminado de sentarse ambos entrenadores en los banquillos Javi Panes se colaba en el área lepera por el costado derecho y lanzaba un zapatazo a la escuadra de Isaac, que respondió en frío con un paradón que envió a córner la pelota.

Pasado este susto inicial, el control fue para el San Roque, muy superior técnicamente al Chiclana, aunque era un dominio extraño ya que era imposible bajar la pelota para jugarla rasa, debido al mencionado mal estado del césped. No obstante, los leperos tuvieron rachas de juego muy interesantes y cada balón interior a la defensa contraria se convertía en ocasión de gol. La primera de ellas la tuvo Vicente en el minuto 8 de juego, tras un gran pase de Vidal que dejó al centrocampista solo ante Maye: Vicente buscó la vaselina y la pelota, tras botar de forma irregular, se marchó fuera por lamiendo el palo con el portero ya resignado al 0-1. Este resultado llegaría en la jugada siguiente, en el minuto 10, tras un nuevo balón interior a Raúl, que encaró al portero local para batirlo por bajo y poner el que a la postre sería definitivo 0-1.

Isaac estuvo resolutivo cuando intervino.

El partido se ponía así de cara para el San Roque, que nunca dio un paso atrás, sabedor de su superioridad. Ni siquiera el goleador local Ñoño trasportó peligro alguno durante la primera parte a la meta de Isaac, gracias al gran trabajo de Otón, que sigue creciendo cada partido. El choque se puso entonces algo bronco, circunstancia que favorecía el barro, que no césped, chiclanero, e intenso. Cada pelota en el centro del campo era una lucha titánica de los hombres contra los elementos y el propio fútbol, que no terminaba de aparecer, lógicamente. Así que los leperos tuvieron que buscar el peligro a balón parado, donde también se mostraron superiores. De hecho, el equipo aurinegro botó tres saques de esquina consecutivos al primer palo que casi se convierten en el 0-2, especialmente un cabezazo a bocajarro de Álex que Maye, el mejor del Chiclana CF de largo, acertó a parar. Antes del descanso, el San Roque tuvo de nuevo la sentencia en las botas de Vidal, que se quedó solísimo ante Maye, intentó batirlo por bajo pero el portero local estuvo de nuevo inspirado, salvando los muebles para su equipo y no sería la última vez.

El balón de Vicente llevaba efecto pero el barro lo anuló.

A la vuelta del descanso, el técnico local, “Bolli”, dio entrada a Joselito y Dani Almendro, que le dieron otro aire al Chiclana, desaparecido en combate durante la primera mitad. En los primeros compases de la reanudación, Jonathan vio la quinta amarilla por protestar que le señalaran un fuera de juego inexistente –partía un metro por detrás del defensor- por lo que se pierde el choque contra Los Barrios. En el minuto 56, la cobertura aurinegra, casi perfecta toda la mañana, cometió el único error del choque, cuando dejó que Ñoño controlara un balón dentro del área; el delantero local se escapó hacia la portería de Isaac y lanzó un tiro cruzado que llevaba más peligro del que parecía inicialmente y que podría haber supuesto el empate. Entonces llegó el primer cambio aurinegro, sorprendente: Jonathan salía tocado del terreno de juego y entraba Alfonso para actuar como interior derecho, posición que ocupó hasta que terminó el encuentro y donde se desenvolvió como pudo: limitado en ataque y sobrado en la contención. Entre medias, Vidal se había quedado de nuevo frente a frente con Maye y lanzó de nuevo por bajo, obligando al meta local a realizar de nuevo una grandísima parada, cuando se cantaba el 0-2, que nunca llegaría.

Gladiador Otón sobre el barrizal.

La emoción estaba servida más por la incertidumbre que provocaba el marcador y el terreno de juego, toda una caja de sorpresas emboscadas, que el juego del Chiclana, que lógicamente se estiró en ataque buscando el empate. Pero los gaditanos justificaron su posición en la tabla, porque la mayoría de las ocasiones chocaban de frente con ese muro al que llamamos Nando, bien secundado por Álex y Vicente, y que se encargó de derribar todas las acometidas del rival por el centro.


El "césped" al cuarto de hora de partido.

Y precisamente la incertidumbre del terreno de juego volvió a jugar una mala pasada a los leperos, que no pudieron despejar en óptimas condiciones un balón que le llegó rebotado a Jesús Romero, uno de los centrales locales, que se encontraba fuera de su hábitat natural, por lo que desperdició un disparo en muy buena posición. Y aún tendría la última el Chiclana, tras una muy buena internada de Joselito, que regateó en la frontal hasta encontrar un disparo raso y fuerte que atajó Isaac intuyendo en tiro, ya que se encontraba tapado. La última ocasión del encuentro la fabricaron entre Raúl Domínguez y Casiano, pero la contra se quedó en un mal pase cuando el extremo utrerano tenía mejor opción de tiro que otra cosa. Pero no importaba demasiado, habida cuenta de que sucedió en el segundo minuto de los 6 que dio el colegiado de tiempo añadido.

Así pues, el San Roque sigue asegurando su segunda posición tras ganar en un partido con trampa, ante un rival peleón y sobre un terreno de juego verdaderamente infame, lo que da valor a la victoria aurinegra fuera de casa después de muchos encuentros. Así que los leperos esperan ya el encuentro contra un rival directo de la zona alta, Los Barrios, el sábado a las 17:30 horas en el Municipal lepero.

El San Roque formó con Isaac, Juanlu,Otón, Avilés, Cisco, Nando, Álex, Vicente, Jonathan (Alfonso 56’), Vidal (Casiano 80’) y Raúl (Raúl Domínguez 66’).